El primer astronauta en vomitar en el espacio: ¿Qué fue lo que sucedió?

La hazaña espacial de Gherman Titov, segundo cosmonauta soviético en llegar al espacio

La ciencia ha brindado respuestas que han permitido a la humanidad avanzar en su exploración del espacio. Gherman Titov, con solo 25 años, se convirtió en la persona más joven en llegar al espacio, pero también tuvo un registro poco agradable: fue el primer ser humano en sufrir mareo espacial y vomitar en órbita.

Nacido en Verjneie Zhilino, Altai en 1935, Titov fue el segundo en atravesar nuestra atmósfera después de su compañero y amigo Yuri Gagarin. A pesar de su hazaña, Titov es conocido como el «cosmonauta olvidado», ya que en la actualidad se lo recuerda menos que a Gagarin.

Siendo el segundo en realizar un vuelo espacial, poco después del de Gagarin en 1961, los focos se centraron en el pionero, dejando a Titov en un segundo plano. Además, para la Unión Soviética, no era conveniente exaltar a alguien que había padecido problemas de salud durante su misión espacial. Sin embargo, la ciencia y la historia han reconocido el valor de su experiencia.

El vuelo de Titov a bordo del cohete Vostok 2, el 6 de agosto de 1961, duró 25 horas y 10 minutos, con un total de 17 órbitas. Gagarin solo había estado en el espacio durante dos horas, lo cual no fue suficiente para experimentar los malestares corporales que Titov sí sufrió.

Después de 10 horas de vuelo, Titov comenzó a sentirse mal y vomitó varias veces durante las siguientes horas. Afortunadamente, pudo recuperarse y completar su misión.

Gherman Titov: el pionero espacial soviético que siguió los pasos de Yuri Gagarin

El mareo espacial es un problema común en los astronautas, provocado por los cambios en la gravedad que experimenta el cuerpo en el espacio. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza y fatiga. Aunque la enfermedad del espacio suele desaparecer por sí sola después de unos días, es muy desagradable.

A su regreso a la Tierra, algunas autoridades vieron con malos ojos que Titov se hubiera enfermado, considerándolo un síntoma de debilidad. Sin embargo, los científicos del programa espacial soviético entendieron la situación y tomaron nota de los efectos que los vuelos espaciales tenían en los cosmonautas.

Sergei Korolev, diseñador jefe del programa espacial soviético, afirmó en su momento que el mareo espacial era una reacción normal a los vuelos espaciales y que no reflejaba mal en Titov o en el programa espacial soviético. No obstante, también expresó su preocupación, temiendo que pudiera afectar al programa en el futuro. Según Chuck Oman, del MIT, «Korolev canceló el programa de vuelos espaciales tripulados durante un año».

Inicialmente, los científicos se preguntaron si el mareo espacial se debía a alguna reacción del sistema nervioso central al cambio de fluidos en el cuerpo. Sin embargo, más tarde descubrieron que eso no era cierto. Oman recalca que «cuando vas a la órbita, cambias las reglas. Los humanos somos fundamentalmente habitantes de las llanuras. Aunque no estés parado en la superficie, el cerebro quiere que tengas uno».

Con el tiempo y las mejoras en la preparación y protección, los cosmonautas y astronautas en general han disminuido sus problemas de salud en el espacio. La experiencia de Titov sirvió para entender aún más los desafíos que la humanidad enfrenta en su exploración del espacio.

El legado de Gherman Titov: el segundo cosmonauta soviético en hacer historia en el espacio.

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