Éste es el método que algunos profesores usan para evitar que sus alumnos se copien durante clases virtuales
Aunque había informaciones al comenzar el Estado de Alarma de que los alumnos volverían a las clases, finalmente y ante la gravedad de la pandemia, la cosa no fue así. Y aunque está prevista la vuelta a las clases para septiembre, la incertidumbre en el avance y contención de la COVID-19 hace que esto no sea una verdad absoluta.
Ello ha obligado a muchos profesores a tener que dar clases online, y también a tener que plantear y hacer exámenes online. Pero, ¿se puede hacer trampas y copiar desde casa?
Los expertos de Qustodio, una plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, han analizado cuáles son los métodos y tácticas que los profesores están poniendo en marcha para evitar las temidas “chuletas”. Porque aunque a día de hoy aún quedan lagunas en la forma de evaluar, el hecho de copiar no genera ninguna:
El ordenador no está roto, la pantalla está bloqueada
Son muchos los profesores que han utilizado herramientas como Respondus, a través de la cual el ordenador del estudiante queda bloqueado durante la duración del examen, tiempo durante el que solo pueden acceder a la plataforma utilizada para la evaluación. Esta herramienta debe ser instalada por los propios alumnos en sus dispositivos antes del examen y hacer una prueba previa con el profesor para comprobar que funciona correctamente.
3, 2, 1… grabando
Aunque conlleve mucho más tiempo para el profesor a la hora de corregir el examen, algunos han optado por pedir a sus alumnos que mantengan la cámara y el micrófono activo durante todo el examen y grabar lo que recoge la cámara. Y es que cualquier detalle o movimiento de ojos puede ser clave para desvelar que hay alguien copiando durante la prueba.
Room tour
Otra opción poco habitual pero ‘socorrida’ es pedir a los alumnos que les muestren la habitación unos minutos antes de comenzar el examen es otra de las opciones.
Cuenta atrás
Otro aspecto común en los exámenes online ha sido la duración, y es que ésta se ha visto reducida para evitar que los alumnos tengan tiempo de
– Buscar las respuestas en Internet
– Hablar por grupos de whatsapp
– Copiar directamente del libro
Algunos profesores realizan exámenes de 10 minutos, tiempo que consideran más que suficiente si conoces la respuesta. Otros han preferido optar por los exámenes tipo test para que no sea fácil localizar la respuesta en los apuntes.
Prácticas para poner en valor la teoría
¿Qué mejor forma de demostrar lo aprendido que con un caso práctico? Así lo han hecho algunos profesores, que han optado por exámenes en los que no preguntan a sus alumnos por la teoría tal cual, sino que les piden ejemplos. ¿Lo difícil? No coincidir.
Compartir es mejor
Para aquellos a los que era imposible instalarles una app de bloqueo de la pantalla, otra de las opciones era pedirles que compartan la pantalla durante el tiempo que dure el examen. Eso sí, nada de avisarles con antelación por si acaso.
Examen sí, pero oral
La videollamadas han sido las estrellas de este confinamiento, pero no solo para ver a amigos o familiares, sino para que los profesores puedan examinar a los alumnos de forma oral. Un tipo de examen que dificulta el poder utilizar las temidas “chuletas”.
Responsabilidad del profesor, pero también de la familia
Para María Guerrero, psicóloga experta de Qustodio, “aunque en estos meses hemos visto como los profesores y centros educativos se han adaptado a las nuevas tecnologías, no podemos olvidar que también es tarea de las familias el garantizar y promover un uso responsable de la tecnología también durante la época de exámenes”.