Científicos descubren la mayor explosión cósmica del universo
Astrónomos australianos y estadounidenses han descubierto la mayor explosión cósmica jamás registrada en la historia del universo desde el Big Bang.
Este descubrimiento se realizó mientras se estudiaba a un cúmulo lejano de galaxias. La explosión lanzó cinco veces más energía que la mayor conocida hasta ahora (en el cúmulo de galaxias MS 0735.6+7421). Dicha explosión procede de un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia situada a 390 millones de años luz de la Tierra, en el cúmulo galáctico de Ofiuco. El hallazgo se acaba de publicar en The Astrophysical Journal.
La explosión fue tan colosal que perforó una cavidad en el plasma del cúmulo galáctico: el gas supercaliente que rodeaba el agujero negro.
La autora principal del estudio, Simona Giacintucci, del Laboratorio de Investigación Naval de EE UU, señala que si comparamos esta explosión con la erupción en 1980 del Monte Santa Helena, que arrancó la cima de una montaña, “se podrían colocar 15 galaxias del tamaño de la Vía Láctea en el cráter. Y esta ‘erupción’ golpeó el gas caliente del cúmulo».
Por un momento lo dejaron pasar de largo
El profesor Johnston-Hollitt recuerda que la cavidad en el plasma del cúmulo se había visto previamente con telescopios de rayos X, pero al principio los científicos descartaron la idea de que la podría haber causado un estallido energético, porque habría sido demasiado grande. «La gente se mostró escéptica por el tamaño del estallido –comenta–, pero en realidad es eso. El universo es un lugar extraño».
Los investigadores solo se dieron cuenta de lo que realmente habían descubierto cuando observaron el cúmulo de galaxias de Ofiuco con radiotelescopios. «Los datos de la radio se ajustan con los de rayos X como una mano a un guante», apunta el coautor Maxim Markevitch, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. «Es el punto clave que indica que ocurrió una erupción de un tamaño sin precedentes».
Para realizar el descubrimiento se utilizaron cuatro telescopios: el observatorio de rayos X Chandra de la NASA, el telescopio espacial XMM-Newton de la ESA, el Murchison Widefield Array (MWA) en Australia occidental y el radiotelescopio gigante de Metrewave (GMRT) en India.
El profesor Johnston-Hollitt, director del MWA y experto en cúmulos de galaxias, compara el hallazgo con el descubrimiento de los primeros huesos de dinosaurio: «Es un poco como la arqueología. Ahora disponemos de unas herramientas para ‘cavar’ más profundo, los radiotelescopios de baja frecuencia, con los que podremos encontrar más explosiones como esta. Probablemente es la primera de muchas otras».
Este hallazgo subraya la importancia de estudiar el universo en diferentes longitudes de onda (rayos X, infrarrojo, radio): «Volver y realizar un análisis múltiple con diversas longitudes de onda es lo que ha marcado la diferencia. Hicimos el descubrimiento con la primera fase de MWA, cuando el telescopio tenía 2.048 antenas apuntadas hacia el cielo, pero pronto tendremos 4.096 antenas, que deberían ser diez veces más sensibles». Los astrónomos están emocionados por lo que puedan descubrir a partir de ahora.
Con información de Hipertextual