Detectan y eliminan una granja con decenas de miles de cuentas falsas en Instagram
Las granjas venden «likes» y seguidores falsos a usuarios de Instagram de todo el mundo
Una granja que usaba decenas de miles de cuentas falsas en Instagram ha sido detectada y eliminada de dicha red social por parte de Facebook.
Esto se debe a que la plataforma recibió un aviso por parte de una compañía de seguridad el pasado mes de septiembre. Las granjas de usuarios falsos suelen ser creadas en países con escasa regulación y los responsables detrás de dichas granjas generan miles de cuentas con las que intentan influir en la forma en que es compartida la información en la red social, dando «likes» y siguiendo a usuarios que normalmente llegan a pagar para recibir este tipo de interacciones.
Otros intereses detrás de estas granjas pueden ser la difusión de noticias falsas con el fin de engañar a los algoritmos de la plataforma para conseguir así un mayor alcance, así como también el hecho de engañar a los usuarios para que den su información personal y se les pueda extorsionar o chantajear dentro de la red.
En este caso, según detectaron Noam Rotem y Ran Locar, integrantes del equipo de seguridad de la firma vpnMentor, quienes fueron los encargados de descubrir la granja, además de vender la actividad de estas cuantas falsas también se pretendía difundir desinformación a través de una red de cuentas automatizadas, decenas de miles de ellas (sin dar una cifra exacta) y que se encontraban en todos los países del mundo, no solamente en aquellas zonas con menor protección para la seguridad de Internet, lo que llegó a difcultarle su localización.
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Según estos especialistas detectaron, la granja estaba controlada por una empresa ajena a Instagram en alguna parte de Asia central, probablemente en Kazajistán o Armenia. Desde allí se habría elaborado un proceso automatizado para así controlar decenas de miles de cuentas en Instagram. Cada cuenta contaba con su propio avatar, bio, etc., y procedía de una parte distinta del mundo. Es decir, las cuentas simulaban haber sido creadas por una persona real con sus propios posts, sus propios seguidores, sus reacciones e interacciones con otros perfiles diferentes.
Generalmente, este tipo de cuentas llegan a tener interacciones muy automatizadas que hacen crecer sospechas a los sistemas de seguridad de Instagram o a empresas de seguridad, pero en este caso la actividad de cada una de ellas se veía tan personalizada que les resultaba difícil reconocer que detrás de ellas había todo un proceso organizado, ya que se utilizaban servidores proxy y distintas direcciones IP para así esconder la actividad y que pareciera que cada usuario se encontraba ubicado en un lugar del mundo diferente.
Si se detecta que 10.000 usuarios se unen a Instagram en un corto periodo de tiempo desde un pequeño pueblo en Armenia , para Instagram es fácil descubrirlo, pero en este caso se escondía adecuadamente la actividad de la granja, incluso se usaban diferentes idiomas a la hora de usar la cuenta, todo esto de forma automatizada.
Una vez que fue recibido el aviso, Facebook e Instagram tardaron menos de 24 horas en borrar de la plataforma todas aquellas cuentas procedentes de esta granja. Según los investigadores, no hay evidencias de que se haya empleado la información personal de otros usuarios de Instagram a la que estas cuentas pudieron haber accedido con fines ilícitos.
Con información de Trece Bits
