Primer cíborg reconocido defiende su «derecho a diseñarse como especie»
El artista Neil Harbisson, el primer cíborg reconocido oficialmente por un gobierno, el del Reino Unido, defendió el pasado viernes el derecho de las personas a incorporar la robótica al cuerpo humano y a «diseñarse como especie» durante una conferencia ofrecida en Barcelona.
Harbisson participó en la «6th International HR Conference», una conferencia sobre ciencia y tecnología.
Este artista vanguardista y cíborg reivindicó el derecho a adquirir nuevos sentidos a través de implantes como el que él lleva en su cabeza, una antena conectada al cerebro que le permite percibir los colores en forma de sonidos.
Según explicó, nació con una enfermedad, la acromatopsia, que impide la percepción de los colores más allá de los negros, blancos y grises.
«El color es un elemento muy importante y no quería estar excluido socialmente», argumentó, así que en 2004 le propuso a un médico que le injertara una antena en la cabeza capaz de percibir la frecuencia de cada tonalidad y, tras memorizarla, identificar el color correspondiente.
Sin embargo, Harbisson fue un paso más allá y decidió que dentro de su abanico de vibraciones se incluyera la luz ultravioleta y los infrarrojos, en un intento de sobrepasar los límites humanos.
La antena no es el único dispositivo que tiene incorporado, ya que en la rodilla lleva implantado un chip que le permite saber dónde se encuentra el norte geomagnético, «un sentido que tienen diversos animales», recalcó.
Con todo, Harbisson ha insistido en las ventajas que supone convertirse en un cíborg para el medio ambiente, porque según contó, «para vivir mejor ya no hace falta cambiar el planeta, sino cambiarnos a nosotros mismos».
Los riesgos médicos que podría comportar la incorporación de la robótica al cuerpo, en su opinión, «están presentes», pero él considera que «valen la pena».
Con información de Globovisión