Así funcionaría el «ascensor a la Luna» propuesto por expertos de Cambridge y Columbia
La idea ha sido considerada seriamente por numerosos científicos desde que Kosntantin Tsiolkovski, «el padre de la cosmonáutica soviética», propuso construir una torre de 35.786 kilómetros de altura en 1895.
Semejante estructura, argumentaba Tsiolkovski, permitiría colocar objetos en la órbita geoestacionaria de la Tierra sin la necesidad de cohetes.
Durante la era de Tsiolkovski, quien dijo haberse inspirado en la Torre Eiffel, simplemente no existían materiales lo suficientemente resistentes para hacer realidad su sueño, entre otros problemas.
En su escrito, los investigadores aseguran que los nanotubos de carbono serían lo suficientemente resistentes para hacer el trabajo. Pero también reconocen que actualmente no es posible fabricarlos a escala, por lo que tampoco descartan el uso de otros materiales.
La viabilidad de la idea de un ascensor espacial, sin embargo, fue ratificada este año por la Academia Internacional de Astronáutica (AIA) en un reporte especial sobre el tema.
En «El camino a la era del ascensor espacial» la AIA también afirma que la posibilidad de fabricación a gran escala de grafenos de cristal único (más resistentes incluso que los nanotubos de carbono) hace que su eventual construcción esté más cerca de lo que muchos piensan.
Con información de Globovisión