NASA revela detalles del futuro astronauta argentino en la Estación Espacial Internacional
En una visita histórica a Argentina, el jefe de la NASA, Bill Nelson, se sumergió en los entresijos del programa espacial que el gobierno argentino está fomentando con diligencia, a la vez que forjó colaboraciones fructíferas en los ámbitos tecnológico, científico y de recursos humanos. Sin embargo, el destino le tenía preparada una inesperada convergencia con las declaraciones del exfuncionario de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, David Grusch, sobre la existencia de seres extraterrestres.
En un giro imprevisto, desde suelo argentino, el ilustre líder de la NASA no eludió el tema, sino que afirmó que un equipo de científicos se encontraba inmerso en un meticuloso análisis de datos para emitir un informe en un plazo estimado de un mes, aproximadamente. Tras aclarar la cuestión de los extraterrestres, Nelson se enfocó en los objetivos centrales de su visita.
En ese sentido, el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), ubicado en Falda de Cañete, provincia de Córdoba, se erigió como el escenario donde se maravilló con los logros científicos de Argentina. En compañía de Daniel Filmus, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Nelson declaró: «Vislumbro múltiples oportunidades de colaboración en el horizonte».
Filmus, por su parte, detalló que diversas propuestas de colaboración fueron presentadas al jefe de la NASA, y todas ellas fueron acogidas de manera entusiasta. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la posibilidad de contar con un astronauta argentino en la Estación Espacial Internacional en un futuro no muy lejano. «Hemos propuesto establecer un mecanismo de trabajo permanente entre nuestras agencias, respaldado por nuestros respectivos gobiernos, con el fin de materializar proyectos concretos: en primer lugar, el intercambio de estudiantes; en segundo lugar, la transferencia de tecnología; y, por último, el estudio de las condiciones necesarias para la participación de un astronauta argentino en el programa espacial, lo cual nos resulta sumamente cautivador», expresó Filmus con vehemencia.
Aunque Argentina no cuenta con registros de astronautas, es pertinente recordar el histórico viaje del mono Juan en diciembre de 1969, siendo uno de los primeros seres vivos en transitar el espacio exterior, y cuya crianza tuvo lugar precisamente en suelo argentino. En la actualidad, se espera fervientemente que se abran nuevos senderos que permitan a un hijo de la Patria participar activamente en el vasto universo del programa espacial en un futuro cercano.