Las claves de Xbox Series X tras su arquitectura de velocidad lista para afrontar la nueva generación
La Xbox Series X será la consola de nueva generación que Microsoft lanzará al mercado a finales de este mismo año y ya hay muchas expectativas.
Se sabe que una consola de nueva generación no se crea solo a partir de potencia bruta. Sony y Microsoft deben estudiar a fondo los problemas y las necesidades de los creativos, de manera que puedan crear un hardware acorde para durar los próximos años. Los autores de la Xbox Series X han venido compartiendo estos detalles y curiosidades sobre este desarrollo, que ahora se agrupan bajo un nombre propio.
La «arquitectura de velocidad» de la Xbox Series X se muestra en un trailer y se describe en un interesante post publicado en el blog oficial de la compañía, donde se detallan las claves que convierten a la Xbox Series X en una consola caracterizada por su inmediatez. Si alguna vez te has estado preguntando acerca de cómo es posible pasar de un juego a otro casi sin interrupción alguna o para qué servirá el BCPack para los niveles de videojuegos de nueva generación, estás en el lugar adecuado.
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«Si nuestro procesador de diseño personalizado es el corazón de Xbox Series X, la arquitectura de velocidad de Xbox es su alma», se lee en la entrada. ¿Cuáles son sus claves? Son cuatro: en primer lugar un SSD NVMe personalizado con 1 TB de capacidad y 2,4 GB/s de rendimiento, que es 40 veces mejor que el de Xbox One. Aún más importante es que estas son unas cifras constantes, de manera que los desarrolladores no deberán preocuparse por «puntos flacos» que puedan reducir la entrada y salida del controlador.
Asimismo, combina un sistema de descompresión de texturas acelerada por hardware con el algoritmo patentado BCPack, que esencialmente hace que los juegos podrán mantener un tamaño reducido sin que se sacrifiquen texturas de alta resolución que puedan cargarse de forma rápida. Por otra parte, la API DirectStorage releva a la familia DirectX, de manera que le pueda dar a los creativos más control sobre las operaciones de entrada y salida y, a su vez, les permite reducir o anular las pantallas de carga.
Por último, está el sistema ‘Sampler Feedback Streaming’ (SFS) que optimiza a grandes rasgos la manera en que se simplifican los modelados tridimensionales que puedes ver de lejos para que se puedan apreciar a una distancia óptima sin malgastar recursos en el hardware de la consola.
Desde luego está la pregunta, ¿cómo se reflejará todo esto en movimiento? Aún es muy pronto para saberlo. De momento, Microsoft se prepara para el evento de Xbox de la próxima semana, en el que se esperan novedades en videojuegos para la Xbox Series X, cuyo principal protagonista será Halo Infinite.
Con información de 3DJuegos