Sam Altman y sus 3 profecías apocalípticas: El creador de ChatGPT revela sus preocupaciones
En el fascinante mundo de la tecnología, hay nombres que resuenan con fuerza, y uno de ellos es el de Sam Altman. Este introvertido millonario y emprendedor tecnológico ha dejado una marca indeleble en el campo de la inteligencia artificial (IA) como el creador de ChatGPT, una innovación disruptiva que ha transformado la forma en que las personas se comunican. Ahora, es difícil distinguir si se está interactuando con una máquina o con otro ser humano.
Altman, con su astucia y visión vanguardista, lidera la empresa OpenAI, que ha puesto a disposición de usuarios de todo el mundo esta sorprendente creación. Sin embargo, este avance tecnológico no está exento de preguntas y preocupaciones acerca de sus implicaciones y posibles peligros. A pesar de ello, tanto Altman como otros destacados expertos en tecnología, como el icónico Bill Gates, han asegurado en repetidas ocasiones que no hay motivo alguno para alarmarse. La IA está destinada a ser una herramienta que beneficie a la humanidad, recalcan constantemente.
Si analizamos detenidamente los discursos de Altman, podemos percatarnos de mensajes sutiles que sugieren la posibilidad de una revolución de las máquinas, un escenario que ha capturado la imaginación colectiva en más de una ocasión.
Durante una comparecencia ante el Congreso de los Estados Unidos, Altman pronunció palabras que invitan a la reflexión: «Mi peor temor es que esta tecnología salga mal. Y si sale mal, puede ser catastrófico». Estas poderosas declaraciones nos sumergen en las tres profecías apocalípticas relacionadas con la IA, concebidas por el propio Altman.
En el primero de estos oscuros escenarios que Altman ha imaginado, la IA se descontrola y se vuelve en nuestra contra, tal como sucedió con el temible Ultron en la segunda película de los Avengers. Ante esta posibilidad aterradora, Altman lleva consigo una mochila azul que alberga una MacBook Pro de Apple, lista para apagar de manera total cualquier IA desbocada. Esta precaución meticulosa podría compararse con el personaje de Dr. Gero en Dragon Ball Z, quien poseía un botón para desactivar a los androides Número 17 y Número 18.
Además, Altman ha construido un búnker fortificado al que se refugiaría en caso de un evento apocalíptico. Esta fortaleza subterránea estaría equipada con todos los recursos necesarios para sobrevivir indefinidamente y, quizás, para intentar que la humanidad recupere el control del mundo. Esta representa su primera profecía apocalíptica vinculada a la IA.
Curiosamente, las otras dos profecías de Altman no están directamente relacionadas con la inteligencia artificial. El visionario plantea que, más allá de la posibilidad de una revolución de la IA, existen debates apasionados entre él y sus compañeros sobre si el mundo afrontará su fin debido a la biología sintética o a la amenaza constante de la escasez de energía y las devastadoras guerras que podrían desencadenarse.
Sam Altman, con su genialidad y perspicacia, ha dejado en claro que comprende los posibles riesgos asociados con la IA y se ha preparado meticulosamente para enfrentarlos. Aunque sus profecías apocalípticas podrían parecer exageradas, su enfoque en la seguridad y el futuro de la humanidad es un recordatorio perenne de que el desarrollo de la IA requiere una consideración cuidadosa y una responsabilidad inquebrantable.