La transformación digital es materia fundamental para el avance de las empresas
La velocidad a la cual los avances tecnológicos se están desarrollando ha hecho que la transformación digital ya no sea un proceso únicamente empresarial. Nuestra vida cotidiana también se ve permeada por este cambio: comprar, realizar transacciones bancarias, trabajar o, incluso, la forma en la que nos relacionamos son actividades que se ven afectadas por la digitalización.
Como sociedad, esperamos que la tecnología continúe desarrollando herramientas faciliten nuestro día a día. Por ello, las empresas necesitan acelerar el ritmo de sus soluciones, proponiendo procesos innovadores que empaten con las necesidades y exigencias de las nuevas generaciones de consumidores.
Olivia Salas, Regional Marketing Manager de Red Hat México, menciona en su artículo para Forbes, que las “nubes públicas o privadas, aplicaciones móviles y servicios virtuales requieren una nueva generación de almacenamiento, automatización, análisis y gestión: una innovación da pie a la otra; la nueva tecnología optimiza los procesos que a su vez producen productos y servicios más avanzados. Y, en consecuencia, los clientes exigen mejoras adicionales porque se acostumbran a ciertas experiencias cotidianas”.
No parece que este progreso se vaya a detener en un futuro próximo. Sumarse a la transformación digital es necesario para destacar del resto de las empresas, haciendo una correcta inversión y contando con expertos calificados que guíen el proceso.
Aquellas empresas que consideren que esta transformación no es necesaria corren el riesgo de rezagarse y que el desarrollo de la compañía se vea estancado. Esto podría derivar en consecuencias negativas como la pérdida de clientes, no representar una competencia para las marcas nativas digitales, tener una lenta capacidad de reacción (por no contar con las herramientas necesarias para adelantarse a los cambios o crisis que puedan presentarse en el mercado) o, al no aprovechar las nuevas plataformas digitales, mantenerse en un mismo punto, limitando de esta manera el alcance de la compañía.
Salas también comenta que “de acuerdo con IDC, para el 2020 el 40 % de las tres mil principales empresas de América Latina dependerán de su capacidad de crear productos, servicios y experiencias digitales; en tanto, en 2017, dos de cada cinco de estas empresas contaron con equipos dedicados a la transformación digital”.
Es responsabilidad de las empresas entender los nuevos modelos de negocio y ajustarse a las necesidades de sus clientes. La transformación digital de la compañía es fundamental para posicionarse como una marca que tiene interés en mejorar sus servicios o productos, generando así confianza en los consumidores.
Con información de Informe 21