¿Por qué los fuegos artificiales azules son tan difíciles de producir? Un experimentado químico te lo explica
Son como el Santo Grial de los fuegos artificiales.
Y una deuda de la industria pirotécnica con los aficionados a estos maravillosos espectáculos.
Este 4 de Julio, Estados Unidos celebra el Día de la Independencia y, como es costumbre desde el siglo XVIII, habrá fuegos artificiales en los 50 estados.
Los rojos, los blancos y los verdes, por ejemplo, serán más comunes.
Pero no los azules, un color que la industria no acaba de lograr; al menos no en la tonalidad adecuada.
Una llama azul débil
A pesar de ser un arte vigente por miles de años —China fue el precursor en este campo y los usó en un inicio como bombas— «el color azul profundo e intenso continúa siendo el más difícil de alcanzar«.
La cita viene de John Corkling, el director técnico de la Asociación Estadounidense de Pirotecnia (APA, por sus siglas en inglés), quien lleva más de 40 años en esta industria.
Corkling explica a BBC Mundo que lograr una llama de color azul en el cielo es un reto, porque «no existe ninguna especie de químico conocido que emita luz azul brillante en una llama».
«El cobre —comenta— es el elemento que más se ha acercado a producir un azul aceptable cuando se dispara un fuego artificial al cielo, usándolo en forma de cloruro de cobre».
Esta sustancia química requiere de una temperatura por encima de los 1.200 grados centígrados para que emitan una luz azul significativa, pero el problema es que «se descompone aproximadamente a la misma temperatura, causando que la intensidad del color se desvanezca con rapidez.
Hasta el momento, lo mejor que la industria pirotécnica ha podido alcanzar es una llama azul débil que no es tan brillante como la roja, la verde o la naranja.
Colores como estos y el blanco han sido perfeccionados a través de los años y llegan a producir destellos muy brillantes, gracias al uso de químicos como el Estroncio o el Bario.
«(Con estos elementos) se logra que las sustancias emisoras de luz que se crean en la llama sean suficientemente estables a temperaturas elevadas», explica Corkling.
Un mercado de US$12.000 millones
La pirotecnia es un mercado que sigue estando dominado por las manufactureras chinas y que mueve más de US$12.000 millones al año.
Y a pesar de que los expertos trabajan para seguir convirtiendo las grandes celebraciones en explosiones de color más variadas, el misterio de los fuegos artificiales azules está lejos de arruinar esta industria, que al menos en Estados Unidos crece exponencialmente cada año.
Según datos de APA, las ganancias por ventas a usuarios en el país dieron un salto de US$284 millones en 1998, a US$885 millones en 2017.
Como muchos en Estados Unidos, John Corkling tiene su plan para este miércoles en la noche.
«Mis hijos vienen a visitarme con sus esposas y mis cuatro nietos a mi casa de Chestertown, Maryland. Así que disfrutaré del espectáculo en compañía. Espero ver nuevos efectos y quizás algún hermoso fuego artificial de color azul».
Con información de BBC