Así será el gran eclipse sudamericano
El próximo martes 02 de julio será el momento oportuno para ver el eclipse solar total que tendrá lugar en Chile durante la tarde, en el cual una franja de oscuridad o «umbral», (momento de mayor sombra en un eclipse) recorrerá diagonalmente Sudamérica.
De oeste a este pasará a las 16.38 por las regiones de Atacama y Coquimbo (Chile); mientras que a las 17.40 por las provincias argentinas de San Juan, La Rioja, San Luis, Córdoba, Santa Fe y norte de Buenos Aires y también por Uruguay hasta perderse en el Atlántico.
“Observar un eclipse puede transformarse en un evento social y en una vivencia compartida, de la que todos los testigos conservarán un recuerdo que los acompañará por el resto de sus vidas”, señala la astrónoma Mariela Corti, investigadora del Instituto Argentino de Radioastronomía (Conicet).
“Se trata de un evento de la naturaleza ante el cual solo podemos ser observadores. Nos resulta completamente imposible evitarlo. Los eclipses son completamente independientes de las decisiones que tomamos y de nuestras acciones”, añade.
Cielos antiguos
En 1887 el astrónomo austríaco Theodor von Oppolzer realizó una tarea titánica: compiló más de 13.000 eclipses (8000 solares y 5200 lunares) que se sucedieron y sucederán entre los años 1207 a.C. y 2161 en su Canon der Finsternisse (Canon de los eclipses).
“Se trata de un evento de la naturaleza ante el cual solo podemos ser observadores. Nos resulta completamente imposible evitarlo: el ser humano puede sentir una impotencia absoluta ante su desarrollo», dijo.
Invitación a la sombra
Hay varias circunstancias que hacen que el Gran Eclipse Sudamericano sea especial: por empezar, se cumplen cien años del eclipse histórico de 1919, durante el cual se verificaron las predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein, en especial cómo la gravedad deforma el espacio y el tiempo.
También se trata de una nueva oportunidad para todos aquellos que se perdieron el llamado «Gran Eclipse Norteamericano» del 21 de agosto de 2017 que sacudió a Estados Unidos.
Las pequeñas ciudades en el camino del eclipse experimentarán una oleada de turismo sin precedentes. Miles de personas provenientes de todo el mundo, curiosos ocasionales y cazadores profesionales de eclipses buscarán bañarse de oscuridad.
«La capacidad hotelera desde julio del año pasado está casi colmada», afirma María Eugenia Varela, directora del Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (Conicet/Universidad Nacional de San Juan).
Dentro de la fina zona desde donde se observará la totalidad del eclipse, el único sitio turístico con capacidad hotelera en Argentina es Villa de Merlo, provincia de San Luis. «Nos visitará un contingente de japoneses para tan espectacular evento», cuenta entusiasmado Gastón Mendoza Vieran, director del planetario de esta localidad.
El eclipse coincide, además, con la celebración de los 50 años del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, país considerado el epicentro de la astronomía mundial: en la actualidad, por su geografía y sus cielos limpios.
Un promedio anual de 280 a 300 noches despejadas en el norte concentra el 40% de los observatorios a nivel mundial.