Mark Zuckerberg apunta a la teletransportación como su proyecto más ambicioso para el 2030
El metaverso de Mark Zuckerberg
En una reveladora entrevista concedida a ‘The Information’, Mark Zuckerberg, el visionario fundador y CEO de Meta, ha compartido detalles cautivadores acerca de su proyecto más ambicioso hasta la fecha: la teletransportación.
La visión de Zuckerberg es simple pero profunda: eliminar la necesidad de viajar largas distancias para cumplir compromisos laborales, asistir a reuniones familiares o participar en eventos sociales. Para lograr esto, él y su equipo de innovadores se encuentran sumergidos en el desarrollo de lentes de vanguardia, con la audaz misión de permitir que las personas viajen instantáneamente a cualquier rincón del mundo sin moverse físicamente de sus ubicaciones actuales.
Esta visión, que bien podría parecer extraída de las páginas de una novela de ciencia ficción, ha cautivado y desafiado a Zuckerberg, quien se ha comprometido a hacerla realidad para el año 2030, según lo informado. Su objetivo primordial es revolucionar la forma en que las personas se desplazan para asistir a reuniones y eventos de carácter presencial.
En lugar de malgastar tiempo y recursos en desplazamientos, las personas podrían involucrarse en encuentros y eventos desde la comodidad de sus propios hogares. Este enfoque, además de prometer mayor comodidad y eficiencia, alberga el potencial de tener un impacto positivo en el medio ambiente. Al reducir la necesidad de desplazamientos, se podría contribuir a disminuir la contaminación generada por el transporte, una preocupación creciente en un mundo cada vez más consciente de los desafíos del cambio climático y la sostenibilidad.
Zuckerberg visualiza un futuro en el cual, en lugar de convocar una simple videoconferencia o emprender un largo viaje, las personas puedan simplemente colocarse sus lentes especiales de realidad mixta, abrir los ojos y, en un abrir y cerrar de ojos, teletransportarse instantáneamente al lugar de la reunión o evento deseado. Esta visión transformaría drásticamente la forma en que las personas se comunican y se conectan, eliminando las barreras geográficas y acercando a individuos y comunidades de todo el mundo hacia una experiencia compartida en un nivel completamente nuevo.
El proyecto plantea interrogantes fascinantes y despierta la imaginación. ¿Cómo afectaría esta nueva forma de transporte a la sociedad, la cultura y la economía? ¿Qué implicaciones legales y éticas se derivarían de la capacidad de transitar instantáneamente a cualquier lugar? Estas y otras cuestiones aún aguardan respuestas a medida que Zuckerberg y su equipo trabajan incansablemente para convertir esta visión en un logro tangible.
El mundo está expectante, cautivado por la audacia de este proyecto y el potencial que encierra. Si Mark Zuckerberg logra materializar su visión de teletransportación, estaríamos presenciando un hito trascendental en la historia de la humanidad, donde los confines geográficos se desvanecen y la conexión global alcanza una manifestación sin precedentes.
